Hacia el 2008, Diego Villarán, tablista y vecino del barrio, llevó a un grupo de niños al mar, a correr olas con él.
En ese primer encuentro con el mar nace el Proyecto Alto Perú.
Algunos de esos niños y niñas ahora son jóvenes que forman parte del Proyecto, el cual se fue desarrollando sobre la base de una idea que cobraba fuerza: el surf puede ser un medio para sanar psicológica y espiritualmente a las personas. Es en esa concepción de las potencialidades curativas, medicinales del deporte, que se nutre el Proyecto Alto Perú.
El mismo 2011, en Sudáfrica, empezaban las actividades de Waves for Change con el objetivo de educar a adultos jóvenes acerca del VIH/SIDA en Sudáfrica (lsiqalo, 2011). Godfrey, Devine- Wright & Taylor (2015) estudiaron los resultados de una intervención con surf llamada The Wave Project y encontraron cambios significativos en el bienestar y la comunicación de 84 participantes entre 8 y 18 años que tenían alguna dificultad de salud mental o estaba en riesgo de exclusión social.
Hoy en día existen una serie de investigaciones académicas que muestran el impacto de las intervenciones que utilizan el surf para generar cambios en la salud mental y el bienestar de las personas. En diferentes países y con diversas poblaciones se utiliza el surf para mejorar la salud física y mental. El Proyecto Alto Perú también integra International Surf Therapy Organization (ISTO), una comunidad global de surfistas, investigadores e instituciones que utilizan el surf therapy para promover la salud física y mental.
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